“- Mamá, mamá, ¿cuándo celebramos mi cumpleaños?– Me pregunta Sergio- Ya solo quedan 10 días– Me dice como si no lo hubiera repetido nunca.
“- Pues no sé cariño– Respondo pensando que llevamos 82 días haciendo la cuenta atrás para el feliz día.
– Mamá mamá, ya solo quedan 9 días– Me dice al día siguiente- ¿Cuándo celebramos mi cumpleaños?- Reitera un día más.
– El sábado mi amor, el sábado 4 de noviembre– Le digo con un poco de pereza.
– Mamá mamá solo quedan 8 días, puedo avisar a mis amigos que lo celebro el sábado- Me dice nada más despertarse al día siguiente.
– Si cariño………¡¡¡¡ay no!!!- se me ha encendido la bombilla– perdona amor pero no será ese día, mamá tiene un Master que empieza el viernes.
– Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa– Empieza a lloriquear.
– Pero podemos celebrarlo el 1 de Noviembre– Contesto con la mayor rapidez posible para evitar altercados cumpleañiles.
– Vale, mejor– Me dice zanjando el tema con una sonrisa.
– ¿Y que es un Master?- Me pregunta con curiosidad.
– Pues un Master es…- Me detengo para pensar la contestación- Para mí, un sueño hecho realidad.
Así que…………….no dejéis nunca de soñar.
Pues sí, aquí es donde empezó todo, o donde empieza, porque en el momento que escribo esto quedan exactamente 3 horas para que lo empiece, y si os digo la verdad, desde Mayo que me matriculé, yo también, como Sergio, estoy contando los días.
Hace varios años, mi marido hizo un curso de coaching, a través de su empresa, viajó mucho, y también aprendió mucho, yo lo viví con cierta envidia, y en su momento le dije que me encantaría poder hacer algo similar a ese curso que él me contaba. Han pasado 4 o 5 años de eso, y justo ahora, soy yo la que me embarco en esta nueva aventura: Master de Desarrollo personal y Liderazgo. Y os cuento esto porque cuando lo vi anunciado, vi la duración del mismo, 9 meses, vi que eran todos los fines de semana del mes, y por supuesto vi el precio, ni siquiera me plantee que llegaría este momento, pero se me ocurrió como yo digo a veces “lanzarlo al Universo” y aunque os parezca mentira, el Universo respondió.
Confié plenamente que en que se solucionarían todos los obstáculos, y desde Mayo hasta hoy se han ido solucionando, y confié plenamente en que es posible reinventarse tengas la edad que tengas. Dicen que este Master es para valientes, dicen que es un viaje que te cambia la vida, y lo cierto es que a mí me empezó a cambiar desde que me matriculé.
Entonces, me pregunto ¿por qué nos cuesta tanto cumplir nuestros sueños?, y creo que aunque no queramos, inconscientemente o conscientemente nos mantenemos en nuestra zona de confort, que muchas veces podríamos llamar mejor, zona de mierda, y perdón por la expresión, aquella zona que no nos deja avanzar hacia nuestros sueños, pero que nos da cierta comodidad y seguridad. Y creo que es el miedo el que nos paraliza, ese miedo que todos llevamos dentro a que las cosas salgan mal, pero pocas veces, cuando queremos cambiar algo importante en nuestra vida, pensamos, en que todo va a salir bien, confiamos en que todo se va a desarrollar con fluidez y va a salir bien. Cuanta gente se mantiene en un trabajo que no le gusta, con una pareja de la que no está enamorada, en ambientes que no le aportan nada, pero es seguro lo que tiene y eso aunque no sea su ideal lo mantiene día tras día, año tras año…..hasta que llega el día en que o bien ya no puedes más, y decides cambiar o bien te resignas y decides que eso es lo que te ha tocado vivir. Pero no, hay que ser valientes y salir de nuestra zona de confort, aunque eso suponga en ocasiones arriesgar lo que tenemos, y todo ello para cumplir nuestros sueños, porque solo tenemos una vida, más corta o más larga, pero solo una, y hay que vivírla cumpliendo nuestros sueños, aquellos que nos hacen vibrar, aquellos que se conectan con lo que nosotros somos en esencia.
Así que esta semana, me propongo reflexionar en todos esos sueños que me quedan por cumplir, es más os reto a que hagamos una lista de sueños, eso sí, soñemos a lo grande, y que pongamos toda nuestra energía y por supuesto toda nuestra confianza en cumplirlos, uno a uno, desde los más pequeños hasta los más grandes, y si eso supone salir de nuestra zona de comodidad, pues arriesguémonos, solo el camino hacia su cumplimiento, ya es divertido, así que……no dejemos nunca de soñar.