“- Venga poneros los dos juntos que os voy a hacer la foto– Les digo a mis hijos con la cámara en la mano.
– Otra vez mama todos los años lo mismo- Contestan los dos casi a la vez.
– Claro que sí, todos los años la foto oficial de comienzo de cole- Afirmo emocionada.
– Que pesada eres mama- Dice Sergio…para variar.
– Ya me extrañaba que no me lo recordaras– Contesto irónicamente.
– Venga sí, sácame guapo mami- Dice Nachete, en su tono habitual de “ser” superior
– ¿Más guapo?, además, este año comienzas la ESO Sergio, una nueva etapa- Digo intentando animar a mi hijo mayor.
– Mama, no te equivoques, el cole es el cole, vayas al curso que vayas, pero en una cosa tienes razón, este año comienzo la secundaria… que miedito- Dice con tono de desesperación.
– Miedo la película de ayer, anda haz la foto que tengo ganas de ver a mis amigos.- Sentencia Nachete callándonos a los dos.”
De cómo cada miembro de mi familia afrontamos la entrada escolar desde una perspectiva distinta.
Y es que Sergiete empieza la secundaria, y si bien le ha hecho ilusión la vuelta porque comienza otro horario, va al cole solo, y ha empezado a quedar solo con amigos, en el fondo de su corazón está literalmente cagadito…, para mal o para bien, pero siempre con buenas intenciones y queriendo lo mejor para él, le hemos repetido hasta la saciedad que se tiene que poner las pilas.
Nachete afronta el nuevo curso desde la alegría de volver a sus amigos, volver a sus entrenamientos y sintiéndose cada vez más mayor, y también, disfrutando de los momentos de soledad con su mami.
Y yo…pues que os voy a contar. Esta es la última entrada que escribo desde aquí, desde este espacio que cree yo, sin tener ni idea, a base de ensayo y error y que poco a poco ha cogido forma.
Y no, no es que deje de escribir, sino que cambio de ubicación. Durante este año me habéis oído hablar de proyecto, propósito, vocación, y al final todo esto se ha materializado… dentro de unos días tendréis noticias de ello, y mientras tanto sigo en el camino, pero esta vez disfrutando de ello.
Y es que me sorprende como las cosas van ocurriendo en el momento en el que tienen que ocurrir, y como cuando estas alineado con la verdad, todo resulta más fácil, y os voy a poner un ejemplo: Yo era fumadora empedernida, pero fumadora, fumadora, es decir de las de paquete diario. He intentado dejar de fumar 20 millones de veces, unas estaba 3 meses y otras 1 semana, pero todas ellas con mucho esfuerzo y porque no decirlo con mucho sufrimiento. Ahora llevo 9 meses sin fumar, y de verdad os digo, que no me ha costado nada, que no lo he pasado mal, que no me acuerdo del tabaco, y que no me ha supuesto un gran esfuerzo. Es más, tengo la sensación de que hace mil años que no fumo, y que eso no va conmigo. Y muchas veces me he preguntado cómo ha podido ser, como ha resultado tan fácil. Y ahora me he dado cuenta de que cuando esta vez tome la decisión me encontraba totalmente alineada con mi propósito, no me cabía ninguna duda de que lo iba a conseguir, no me planteaba ni siquiera que iba a ser un esfuerzo, simplemente desde el fondo de mi alma sabía que la decisión era la correcta y que al ser así, iba a suceder de forma fluida. Y hoy por hoy así ha sido, sigo sintiendo lo mismo.
Lo mismo me ha ocurrido cuando comencé mi andadura para lanzar mi nuevo proyecto. Lo tenía, lo tengo claro, no me cabe la menor duda de que es lo que hay que hacer, tengo claro que las cosas irán sucediendo una detrás de otra, a veces con más agobio y otras más tranquila. Tengo claro que como Sergiete voy a sentir miedito, pero también como Nacho me lo voy a pasar en grande.
Y es que la mente razona y el corazón sabe, es la pieza de nuestro cuerpo que más sabe. Y lo sabe, sobre todo desde la adrenalina, desde la intuición. Es el corazón el que da sentido a todo lo que hacemos, aunque creamos que no lo tenga. Y esa intuición es la que te dice lo que tienes que hacer, aunque la callemos muchas veces y no le hagamos caso, no nos fiemos de ella y pensemos que son imaginaciones nuestras.
Y siguiendo mi intuición, me despido desde esta plataforma, la semana que viene tendremos novedades, os contare todo detenidamente, os enseñare mi proyecto, comenzaremos a caminar desde otro punto, pero siempre mirando al frente y siempre disfrutando del camino.
¡Esto no ha hecho nada más que empezar!